NO a los que te tratan mal
NO a los que te mienten
NO a los que no te quieren
o simplemente
NO a los que no te quieren bien
NO a los que, de buena mañana, te dicen: “¿Has dormido mal hoy? Tienes ojeras”
NO a los que se meten en todo, por ejemplo:
NO a los que te preguntan: “¿Te vas a comer eso tú sola?”
o
NO a los que te preguntan: “¿Sólo vas a comer eso?”
NO a los que te miran de cabo a rabo (¿es que tengo monos en la cara?)
NO a los que te ignoran
NO a los que nunca te saludan
NO a los que no sonríen
sobre todo
NO a los que no sonríen cuando tú les sonríes
NO a los que no son amables
NO a los que van tan rápido por la vida que siempre te empujan si te cruzas en su camino
NO a los trepas (¡qué fastido!)
NO a los falsos amigos
NO a los que juegan con los sentimientos de los demás
en definitiva
NO a todos aquellos que no piensan en el otro y pasan por la vida infelices e intentando que los demás nos sintamos infelices también…
¡¡LO LLEVAN CLARO!!
(Como cantan Fito y los Fitipaldis: “NO sé muy bien a dónde voy”, y yo añado: pero sí sé hacia dónde NO quiero ir.)